Caseta de herramientas



Desde que comenzamos nuestra aventura hemos echado de menos un lugar donde poder dejar materiales y herramientas alejado de las inclemencias del tiempo, pero como lo urgente a veces no deja paso a lo importante,  ha sido ahora, después de un año cuando de verdad tenemos un abrigo para la leña, materiales y herramientas necesarios para seguir dándoles forma a nuestros Pájaros en la cabeza.


Teníamos clara la ubicación de este porche desde el principio, la antigua casa de piedra del motor de riego. 
Cuando llegamos al terreno en 2013, lucía este look tan descuidado.
Reconstruimos la pared de la puerta y aplanamos la forma del tejado a dos aguas para poder ponerle un techo provisional.




Cubrimos desde un principio la ruina para poder dejar dentro algunas cosas que bajo ningún concepto queríamos que se mojasen, para cerrar el techo utilizamos un montón de tableros de madera reutilizada
Nunca ha tenido una puerta.


Caseta de herramientas en la primavera 2014






















Aprovechando que Chicho el Herrero tenía que venir a darle caña a la escalera del domo, le buscamos alguna ocupación más para que el bueno de mi hermano rentabilizase el viaje y tuviese al menos una semanita de trabajo con la que llenarse algo el bolsillo.

Gracias a él y a su visión láser de materiales férreos a reutilizar, hoy tenemos un porche de casi 60 metros cuadrados donde poner a cobijo todo nuestro ajuar de constructoras-agricultoras-recolectoras de tesoros de contenedor.

La base de los pilares, en vez de ser enterrada, para ahorrar hierro y esfuerzo, se ha hecho con neumáticos viejos rellenos de hormigón de cal y escombros de la construcción del domo.

La caseta se ha subido aproximadamente metro y medio por la parte más alta del tejado, utilizando la misma técnica que nuestros antepasados, piedra caliza y tierra del terreno como argamasa, aunque en las partes altas y los huecos hemos utilizado botellas a modo de ladrillos para dejar que entre la luz. 


Pensabamos hacer la cubierta con caña y barro, pero viendo que los fríos y las lluvias se nos echaban encima hemos recurrido a la socorrida chapa de reutilización, la que además sabemos que no necesita mantenimiento y que no va a hacer goteras (por lo menos en los proximos años).

El acabado claramente está lejos del aspecto orgánico que vamos dando a todo lo que estamos haciendo, intentaremos darle un toque más natural con el tiempo... de momento, no se nos moja la cal y con eso estamos la mar de contentas.


Seguiremos contando los avances.



Comentarios

Lucía Moreno-Velo ha dicho que…
Ha quedado muy "estilo rural español", que quizás en el futuro haga furor (nunca se sabe...), mientras tanto quizás podrías poner alguna platita trepadora.

Equilibrar lo práctico, lo barato, lo rápido, lo que ya había, lo que hay, lo que sobra, lo bonito y lo que soñamos es difícil. Pasito a pasito...

Un beso,
Lucía
Supercalifragi ha dicho que…
Se intenta. Esta semana le hemos dado a tope y va tomando una forma más Pájaros en la cabeza y menos "rural español". Ya iremos mostrandolo. ;)