Gestión de aguas sanitarias.




El agua es imprescindible para empezar a plantearse un asentamiento autosuficiente, sin ella nada es posible. Nosotras contamos con un pozo que data del s. XIX, aunque ha sido remodelado y ampliado en el s. XX. Todo el sistema de gestión de agua sanitaria partirá de él.

Para ello hemos diseñado un sistema integral basado en la fuerza de la gravedad, en el que solo dependeremos de una bomba sumergida que tendremos que conectar alguna vez por semana para recargar los depósitos principales del sistema (alberca y depósito en altura).


La elección de la ubicación de nuestro espacio, está regida casi en su totalidad por el acceso y la forma de repartir el agua por toda la parcela sin uso de tecnología.
Este es el gráfico con el que Esther exponía en su proyecto final, la gestión de las aguas sanitarias prevista en "Pájaros en la cabeza".


Desde el pozo (A) y gracias a una bomba sumergible llenaremos la alberca (C), en estos momentos en fase de rehabilitación, y un depósito en alto (B).

Del desagüe de la alberca queremos sacar varios brazos (D). Por un lado una toma que irá a parar a las zona de cultivo y desde allí tendrá ramificaciones para regar por goteo los distintos huertos y el bosque de alimentos. Por otro lado saldrán las distribuciones para grifería de uso en los exteriores de la casa, para riego del jardín y para la propia construcción. La alberca está ubicada en la zona más alta del terreno, por lo que sin añadir ningún grupo de presión, podremos tener agua por gravedad en toda la finca.

El depósito, de unos 3000 o 4000 litros de capacidad, será el que abastezca de agua a la vivienda. Los códigos técnicos de edificación establecen 10 mca (metros columna de agua) de presión para un hogar convencional. Así que, tendremos que construir una torre para elevar el depósito. Lo haremos con 2 tramos de grúa de desguace. Cada tramo de grúa mide unos 4 metros y son fácilmente "adosables" unos a otros. El resto de metros hasta los 10, los salvaría el propio desnivel del terreno. Con esta torre, aunque haremos una mayor inversión inicial, nos ahorraremos tener que instalar un grupo de presión que necesite de electricidad cada vez que un grifo se abra en la casa, algo no muy lógico cuando toda la instalación eléctrica de la casa funcionará mediante energía solar.


Tendremos además un tercer depósito de agua que no dependerá del agua subterránea: un aljibe (G) de recogida de agua de lluvia. Prevemos que el agua de nuestro pozo, perteneciente a la confederación hidrográfica del Guadiana, superará en algunos momentos los niveles aceptados para el consumo humano de nitratos, sulfatos y otras sustancias tóxicas, por lo que el agua para beber será de lluvia o pasada por algún sistema de potabilización (F).

Más o menos este sería el plan que hemos pensado para la gestión de aguas sanitarias de "Pájaros en la cabeza". Para ello necesitamos tan solo de una herramienta tecnológica, la bomba sumergible para extraer agua del pozo. Estábamos "pez" en estas cuestiones (el tiempo pasado de este verbo es solo para no dejarnos mucho en evidencia) y para ponernos un poco al día tuvimos un encuentro con Julio, un amigo que nos iluminó en cuanto a potencia necesaria para esa bomba, mecanismos necesarios para alargar su vida útil, dispositivos necesarios para generar una buena red de riego a goteo por gravedad...

A partir de ahí, y gracias a las maravillas de la era digital, nos hemos seguido documentando poco a poco de cómo funciona todo esto y qué es lo que más nos conviene.

Gracias a Rodolfo Pierrapont, que para promocionar los productos que vende, tiene un perfil en youtube donde cualquier persona sin la más remota idea, puede entender los engranajes de este interesante y enredoso mundo del agua, los pozos y las bombas sumergidas.




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